Muchos estudios optan por realizar otro tipo de trabajos, como páginas web, apps, y eso les ayuda a ir desarrollando sus proyectos. Pero esto a veces supone tener en nómina perfiles a mayores que los inicialmente previstos para la realización de un juego, lo que agrava el problema en lugar de solucionarlo.
Una solución puede ser también el contar con un servicio de outsourcing, que pueda variar de servicios como porting, diseño, gamificación y que ayude a completar la facturación de los estudios sin tener que salirse de la "plantilla" de la que se dispone. Con la eclosión del panorama indie en los últimos años, tenemos por delante la oportunidad de ampliar este tipo de servicios, pues la demanda ha crecido y no todos los estudios ya establecidos están contemplando esta opción, por lo que ahora mismo, es viable el planteárselo.